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jueves, 28 de noviembre de 2013

Doscientos treinta centímetros de pura baba !

A todo pescador que se precie le gustan los retos, y a mí más que a ninguno. Siempre había tenido ganas de sentir la fuerte y brutal picada de un gato del Ebro, y la primera vez que subí por aquellas aguas no corrí esa suerte, aún tenía esa espinita clavada, por lo que volvieron a plantearme la oportunidad de subir a intentarlo de nuevo y sin pensármelo dos veces acepté la oferta. Corría el mes de Octubre y como todos sabemos los cambios de temperatura afectan en gran parte al comportamiento de la pesca, llevamos un año un poco loco, el calor ha estado presente hasta hace escasos días y ya tocaba oxigenar aguas, empezábamos a dar la bienvenida al otoño y a sus lluvias torrenciales, y con ello a las grandes sorpresas en forma de "pepinos" ! jiji.
Nos esperaban tres días de pesca intensa, como la anterior vez, decidimos subir la barca para poder movernos y escoger un puesto tranquilo y alejado de accesos fáciles, una vez allí empezamos a cargar el material en la barca y a movernos en busca de nuestro pequeño rincón en el que íbamos a pasar varias horas, un par de kilómetros río arriba, dimos con el puesto perfecto, una curva libre de enganches y vegetación y con el cauce pegado a la orilla opuesta, el lugar prometía y la sonda ya empezaba a marcar algún que otro pez.




Ya con todo preparado era hora de buscar los puntos calientes del lugar, dando alguna que otra vuelta con la barca conseguimos localizar un par de pozas a la derecha de nuestro puesto que no tenían mala pinta, la sonda nos marcaba peces y la temperatura subía un par de grados respecto a la temperatura del río por lo que vimos correcto el soltar un par de montajes allí, el resto de cañas ya estaban lanzadas a conciencia y solo era cuestión de esperar, afrontábamos la primera noche con ganas y como esperábamos obtuvimos resultados, un poco antes del amanecer conseguimos hacernos con una carpa bastante maja, la cosa no empezaba mal, entre la lucha y el ensalabre del animal amaneció, por lo que no hizo falta guardar la captura en ningún saco, pesaje del pez, foto y al agua de nuevo.


El día continuó con calma, no hubo más picadas, por lo que de nuevo esperábamos que llegase la noche, parece que la pesca allí está mas activa durante las horas nocturnas, y así fue. Mientras tanto mi compañero mataba el tiempo al lance, haber si conseguía engañar a alguna lucioperca o algún silurete pero no hubo suerte. Empezaba a atardecer y era hora de preparar montajes y posturas para ver si durante la segunda noche engañábamos al tan esperado siluro.


Ya con todo preparado, decidimos hacer la cena y charlar sobre como iba la sesión, pros y contras que nos afectaban, y sobre todo como colocar los montajes durante las próximas horas si en la segunda noche no obteníamos resultados, pasadas unas horas decidimos meternos en el saco a esperar picada, y la noche no falló, era el turno de mis compañeros que también pudieron disfrutar de varias picadas de carpas, todas durante la noche y ofreciendo una fuerte lucha, algunas se resistieron a llegar a nuestras manos, ya que no paraban de sacar hilo.
Yo también conseguí hacerme con alguna que otra común, pero el tan esperado siluro seguía sin aparecer, guardamos las capturas en varios sacos de retención y a la mañana siguiente decidimos hacernos las fotos. Como podéis apreciar son fuertes comunes, el Ebro guarda bonitos peces.




La mañana fue pasando tranquilamente, habíamos dado con la tecla y eso era lo importante, aún nos quedaban unas pocas horas allí y teníamos la esperanza de conseguir algún siluro, hasta el momento todo iba bien, las carpas iban entrando, no hacía falta utilizar esas famosas ristras de 4 o 5 pellets y anzuelos barra cero para hacernos con las capturas, con finos montajes también puedes conseguir grandes carpas, en cambio para el siluro si utilizábamos anzuelos mas grandes y 3 o 4 pellets en el hair, y hasta el momento no habíamos obtenido resultados, por lo que decidimos cambiar y probar con un montaje un tanto más discreto, uno o dos pellets en nuestro bajo, sacar la linea al otro lado del cauce y volcar un par de kilos encima para ver si así dábamos con algún gato de buen porte.


Y la verdad que lo conseguimos, horas antes de finalizar la sesión una caña se arranca con fuerza, clavo al pez y lo único que puedo hacer es mantener la caña lo más vertical posible, que forma de sacar hilo... He de decir que me puse bastante nervioso por lo que le dije a mi compañero que arrancase el motor de la barca para poder lucharlo desde allí, no quería que el animal se encerrase en ningún lado, sabía que era un siluro, mi primer siluro y aún no daba crédito, me limitaba a ver las fuertes arrancadas del animal y a sujetar la caña con fuerza... Después de media hora intensa de lucha desde la barca el animal empezaba a subir hacia la superficie, y yo y mi compañero empezábamos a ver las burbujas, señal de su agotamiento... Al final conseguí hacerme con mi primer siluro, y que siluro madre mía !! No me lo podía creer era mi primer gato y la cinta métrica llegaba hasta los dos metros y treinta centímetros, fue algo increíble que nunca olvidaré, uno de esos momentos que todo pescador recuerda.




La sesión concluyó de la mejor manera posible, habíamos conseguido nuestros objetivos, mis dos compañeros batieron sus récords personales de carpa y yo conseguí mi primer siluro y mi actual récord, por lo que era hora de empezar a recoger el material para poner rumbo a casa con el trabajo hecho. Fueron tres días de disfrute y momentos únicos, sin duda alguna una de mis mejores sesiones a pie de orilla, espero poder disfrutar de nuevo de la lucha con un coloso de agua dulce como es el mítico siluro, nos vemos en la orilla amigos...


jueves, 31 de octubre de 2013

Ofensiva contra los pinzas rojas !

¿Os habéis parado a pensar en la cantidad de factores que dificultan nuestra modalidad? Minitalla, cambios bruscos de temperaturas, vegetación oculta... Pero sin duda alguna, bajo mi punto de vista el verdadero enemigo en gran parte de nuestras sesiones es el cangrejo. Hay temporadas en los que siguen presentes hasta en los meses más fríos del año, y míticos embalses como Orellana o Cijara disponen de una gran población de pinzas en sus aguas.
Es verdad que cuando más suelen incordiar es cuando empieza a llegar el calor, una sesión de verano puede ser realmente insoportable sino vamos bien equipados para combatir contra este gran enemigo, para ello disponemos de varias marcas que se dedican a fabricar cebos artificiales que nos facilitan un poco más la pesca frente al dichoso cangrejo, yo sin duda soy partidario de Enterprise-Tackle !


Como todos sabemos el cangrejo normalmente suele encontrarse orillado, escondido en piedras, en vegetación o en cualquier pequeño rincón, esperando al más mínimo olor para atacar y devorar lo que encuentre a su paso, ¿Cuántas han sido las veces que hemos sacado nuestras posturas sin cebo?. He tenido sesiones en las que hasta mis plásticos han salido devorados y picoteados, sin ir más lejos este pasado mes de Septiembre, eché unas horas en un charco que suelo frecuentar a menudo que tiene bastantes pinzas dando volteretas por sus aguas, y sino llega a ser por mi material de Enterprise-Tackle no habría sido capaz de sacar ningún pez, al final tuve éxito y alguna que otra carpeja tocó moqueta.


Cómo ya he comentado anteriormente, sino vamos bien equipados nos resultará imposible pescar, un boilie, pellet o cualquier otro alimento natural en un charco plagado de cangrejos dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio...

*POSTDATA: No olvidéis llevar algún plasticucho en vuestro macuto. ;)


martes, 22 de octubre de 2013

Depredadores otoñales !

El otoño de este 2013 ha venido bastante caluroso, parece que no vamos a desprendernos de estas altas temperaturas tan fácilmente, estamos a mediados de Octubre y aún se puede ver el termómetro entre los 20 y 25 grados, por lo que la minitalla sigue activa y dando un poco de guerra, no obstante nosotros decidimos marcarnos una buena sesión en aguas del Cíjara.
Pusimos rumbo temprano para intentar pasar una agradable jornada, varios compañeros nos habían comentado que estaban saliendo pocos ejemplares de buen peso, pero eso no iba a quitarnos las ganas de montarnos en la barca, arrancar el motor e ir a por estos cabrones ! jiji
Llegamos a primera hora como de costumbre con el sol tocando la orilla contraria, nos esperaba un día cálido y con poco aire, en torno a 7 u 8 kilómetros por hora, la jornada pintaba bien, cielo claro y despejado por lo que nos pusimos desde primera hora a darle a nuestros señuelos.
La mañana pasaba tranquila, hasta el momento solo conseguimos tocar alguna que otra raspa que no merecía foto, pero a media mañana con el sol en todo lo alto, ascendieron un poco las temperaturas y con ello la actividad de la pesca...


No me llaméis loco porque estáis viendo bien, a 23 metros andaban los cabrones, zampando alburnos como locos, no nos quedaba otra que buscarlos a esa profundidad, por lo que insistiendo e insistiendo salió el primer tochete de la mañana.


Disculpar la calidad de las fotos pero están hechas desde el móvil y no se aprecia muy bien la captura. Después de la merecida fotografía vuelta al agua para que siga creciendo junto a los demás inquilinos que habitan allí. Mientras tanto mi compi también iba sacando algún que otro lucki y el día se iba animando...


La pesca empezaba a activarse y nuestro ánimo igual, la mañana iba pasando y según entraba la tarde fueron sucediéndose más y más picadas, la amplia mayoría solían ser alevines de ambas clases, por lo que decidimos seleccionar un poco más la talla y ponernos a hacer un poco de curricán, un par de Crankbaits con un gran babero que bajasen bien abajo, que era donde había que buscar a la pesca... Poco tiempo tardamos en trincar al primero, solo hicieron falta un par de kilómetros navegando, fuerte arreón de este bonito comizo...


Da gusto sentir la picada de uno de estos torpedos, arrean como toros... Pero no perdamos de vista a los luckis, que unos cuantos metros más alante de clavar al comizo nos entra este zampón con dientes, otra buena carrera y una buena lucha para plantar cara al barbo anterior...


El día iba viento en popa, habíamos conseguido capturar ejemplares de todo tipo, por lo que estábamos más que satisfechos, habíamos dado con la clave y eso era lo importante, la tarde siguió su curso hasta llegar a ofrecernos este bello atardecer...


Unas 12 o 13 horas de pesca muy merecidas y sobre todo muy fructíferas, tocaba volver al embarcadero para cargar la barca y volver a casa con los deberes hechos... Es un placer poder disfrutar de una jornada de pesca en este embalse, como ya he comentado varias veces creo y afirmo que ambos récords de depredadores se encuentran en este embalse, nunca debemos fiarnos al 100% de las opiniones ajenas, solo tomar nota de ellas, porque a un compañero se le haya dado mal una sesión no quiere decir que a ti se te vaya dar igual de mal o peor, pueden influir mil factores y la pesca cambia radicalmente su forma de actuar, un día pueden estar difíciles y al día siguiente no, y sino a las pruebas me remito... ¿Quien dijo que la pesca estaba dura?


lunes, 30 de septiembre de 2013

Una sesión un tanto "Extrema & Dura"

Normalmente, los que vivimos por la zona centro de la península no podemos permitirnos el privilegio de bajar por tierras extremeñas a menudo, yo al menos. Por lo que cuando se presenta la oportunidad no se puede desaprovechar. Me comentó un amiguete que tenía pensado bajar al viejo y conocido Orellana, un embalse que nos trae de cabeza al 90 % de los pescadores, cuantas carpas +30 se moverán por sus aguas.
Es un embalse difícil como todos sabemos, pocas son las veces que no te vienes bolo para casa, por lo que hay que preparar todo minuciosamente y no olvidar ningún detalle a la hora de buscar a nuestras amigas.
Disponíamos solo de unas 38 - 40 horas por cuestiones de trabajo y demás, poco tiempo para obtener buenos resultados en un lugar como este. En una sesión de este tipo, para mi un poco express, no conviene echar mucha comida al agua, la población de carpas en este embalse suelen ser muy recelosas y desconfían al ver tanta comida junta, por lo que suelen tardar varias horas en entrar a comer a nuestros cebaderos. Contando con que teníamos poco tiempo decidimos emplear la técnica Hot Spot, un cebado ligero en algún punto caliente: zonas de paso, pozas, estrechamientos... Y a cruzar los dedos !
A medida que íbamos adentrándonos en el agua la sonda nos iba marcando el relieve que se escondía bajo nosotros, zona llana de piedras y pizarra y sin rastro de vegetación sumergida, buscamos alguna poza dispersa hasta llegar a la caja del río para soltar algún montaje y así fue, dos de mis tres cañas fueron repartidas en dos pozas en concreto, y la tercera a un lateral del cauce para que la corriente no arrastrara mi postura durante la noche.
Con todo preparado y colocado en el punto exacto encarábamos las primeras horas nocturnas de la sesión, el agua estaba totalmente calmado y el atardecer nos dejó esta bella estampa.


Las horas fueron sucediendo y ni rastro de nuestras amigas, primera noche y primer bolo, había que esperar... La sonda nos había ido marcando peces por lo que estar estaban, aún quedaban algunas horas más de pesca y otra noche por delante, otro de los factores que temíamos era el cangrejo, por lo que parecía no estaba dando mucha guerra, las cangrejeras llevaban puestas varios días y no tenían muchos pinzas dentro...
Aún así en estas ocasiones con el calor apretando tan fuerte no podemos pescar con cebo natural, boilies o pellets, hay que tirar de recursos y en este caso "Enterprise Tackle" no falla, yo por suerte dispongo de gran variedad de sus productos y se que al menos mi postura mantendrá su cebo toda la noche, haya o no haya cangrejos de por medio
El sol apretaba con fuerza en las horas centrales, había que protegerse mientras esperamos la ansiosa picada, las sesiones a pie de orilla se pueden llegar a hacer muy muy largas por lo que hay que buscar otras formas de entretenimiento, un poquito de cacharreo con mis "swimbaits" nunca viene mal, de vez en cuando algún luciangano se deja ver, pero no fue esta la ocasión.
Mientras tanto mi compi iba preparando de nuevo la barca y el cebado para sacar las lineas un poquito antes de la puesta de sol, todos sabemos que esas horas junto a las primeras del día son muy propensas a ofrecernos alguna picada, por lo que tenemos que tener en acción de pesca todas nuestras cañas cuando el sol se pone. De nuevo la misma operación que la noche anterior, a buscar puntos calientes y a echar la comida justa y necesaria.
La sonda nos iba marcando algún que otro pez suspendido, solo faltaba que bajasen a comer, eso era buena señal. Por otra parte el agua estaba muy caliente, 26 - 27 º era lo que nos marcaba la sonda, una buena temperatura para que la pesca se mueva suele ser en torno a los 22 - 23 º, pero a estas alturas del año y después de haber pasado un verano tan cálido no se puede pedir más.


De nuevo teníamos todo preparado para afrontar nuestra última noche, una pareja de pescadores que teníamos a nuestra derecha si que había conseguido sacar algún pez durante la tarde, nada de buen peso, pero al menos habían tocado escama... Yo creo que ya era nuestro turno, nos lo estábamos currando bastante y la cosa no pintaba mal, así que nos metimos al saco a esperar, ya habíamos cenado y lo mejor es dormir jiji.
Habían transcurrido un par de horas y una picada trasera en una de las cañas de mi compañero nos avisaba de que alguna carpeja ya rondaba por allí, poco tardó en arrancarse como debe, una fuerte salida de esas que retumban en los alrededores pero no pudo hacerse con ella, era la primera de la noche y no conseguimos llevarla a nuestra moqueta.
Aún así la picada recibida nos animó bastante, aún quedaban unas cuantas horas hasta que saliese de nuevo el sol por lo que podían sucederse varias picadas durante la noche. Pero nos equivocamos, solo hubo una más a una de mis cañas, exactamente la que situé en el lateral de la caja del río a 11 metros de profundidad, se arrancó con ganas y conseguí clavarla, después de un vaivén de arreones conseguí llevar al pez a la orilla, para ensalabrarlo había que mojarse los pies, ya que estábamos en un playón y teníamos poca profundidad en nuestra orilla, el animal se rió un poco de nosotros ya que no eramos capaces de meter a la captura en la sacadera, estaba muy muy brava pero al final tocó moqueta.
He de decir que no llegó a las dos cifras pero la lucha que ofrecen los peces de Orellana es única, la guardé en el saco y a la mañana siguiente me hice alguna foto para el recuerdo.


Después de esto, tocaba recoger bártulos que nos esperaba una larga vuelta hasta llegar a casa, habían sido pocas horas de pesca, no conseguimos dar con la tecla, al menos nosotros, como ya dije antes los compañeros situados a nuestra derecha si que consiguieron engañar algún que otro pez más, alguno de muy buen porte, pero bueno, como todos sabemos esto es Carpfishing...  Un sinfín de kilómetros, mil preparativos previos a la sesión, un montón de horas hasta dar con el puesto elegido y la recompensa no es como esperamos. Aún así me vuelvo con ganas de volver por aquí, el encanto y la paz que se respira aquí no se puede describir con palabras, Extremadura y sus aguas tienen un sabor especial ;)

jueves, 29 de agosto de 2013

Atracción Rápida !

¡ P*** verano !, los mosquitos muerden como tigres, la minitalla incordia en todo momento, da igual que pesques con bolones de 32 milímetros, ahí estarán los alevines para desgastar tu bola y liar tu montaje... ¿ A quién no se le quitan las ganas de pescar en estas condiciones?
Paso de perder el tiempo echando largas sesiones, por lo que me dedico a buscar los puntos calientes de mis rincones habituales y buscar una rápida atracción para tener picadas lo más pronto posible, se sobre que hora se mueve la pesca, como y donde, por lo que no me hacen falta muchas horas para llevar algún ciprínido decente a mi moqueta.
Un par de días antes me pasé por el lugar para ver como andaba... no pintaba mal la cosa, era un puesto escondido por lo que el ajetreo de gente por alli es complicado, era difícil que me pisaran el cebadero que iba a realizar, aun así nunca hay que descuidarse, por lo que fui a última hora para que nadie me viese rondando la zona.
Preparé mi krusha, saqué unos boilies y empecé a preparar la cena a mis amigas, el atardecer iba callendo y ya se iban presentando signos de actividad, saltos aqui y allá y mucho movimiento cercano a las orillas.
Por otra parte iba a realizar un cebado a base de bola y algún mix bastante atrayente que me suele dar resultado, el grano y el pellet son dos de las cosas que hay que dejar aparte en verano, activa muchisimo a la morralla y no es lo que queremos...


Una vez realizado el cebado preparé mi barquita y me puse manos a la obra, esparcí todo por la zona elegida, buscando las coberturas más próximas que es por donde normalmente se suelen mover nuestras amigas, un cebado no muy copioso pero bastante nutritivo y atrayente, en unas horas iba a rondar por allí. Mi idea era echar el cebo justo y necesario para que cuando llegase yo no quedase nada en el cebadero y la pesca empezase a moverse en busca de alimento.
Al día siguiente cogí mis bártulos después de comer y me planté allí, habían pasado alrededor de unas 16-18 horas, empecé a montar mi equipo y a preparar el cebo elegido, una malla de PVA en cada montaje y a esperar picada, como siempre una caña pegada al perdedero de vegetación y la otra un poco más abierta buscando las coberturas más próximas a mi orilla.
Al par de horas se arranca la caña que estaba pegada a la maleza, rápidamente clavo y no me queda otra que forzar la captura para no perderla, tengo un buen hierro por anzuelo y espero que aguante las embestidas del animal. después de un buen forcejeo consigo traer la captura a mi orilla, no sin antes darme otro par de arreones fuertes y agresivos, malamente consigo ensalabrar al pez, ya que no para de chapotear en la orilla, una vez en la moqueta veo que es una carpa fuerte y muy alargada, preparé mi báscula y mi saco de pesaje y al pesarla me sorprendí bastante, pensaba que iba a dar menos peso pero rondó las dos cifras, puro músculo !


Después de inmortalizar la captura fue devuelta al agua, volví a lanzar la caña al mismo lugar, pero ni esa ni la otra caña que llevaba echada toda la tarde me ofrecieron más carreras. Aún así a pesar de no tener mas picadas, terminé la sesión bastante contento, fueron 4 o 5 horas de pesca bastante fructiferas, espero volver pronto aunque sinceramente odio el verano, añoro esos cero grados que nos marca el termómetro en pleno invierno, el café calentito de todas las mañanas a pie de orilla, el crujir de los carretes por culpa de la escarcha... bendito invierno llega ya !

lunes, 29 de julio de 2013

Barbete veraniego !

¿Quién dice que el barbo solo muerde nuestro anzuelo en los meses más fríos?, que la mayoría de ellos lo hagan durante esa época no quiere decir que no haya algún curioso que quiera tocar nuestra moqueta en pleno verano.
En esta época suelo salir poco, el verano me mata... muchos grados de temperatura tanto fuera como dentro del agua y demasiada minitalla incordiando nuestras posturas, pero como todos sabemos, a los que de verdad nos gusta esta afición aguantamos poco sin pisar orilla.
En estos meses más cálidos hay que aprovechar las horas claves en nuestras salidas de pesca, pocos son los peces que suelen tocar moqueta cuando el sol está en todo lo alto, la mayoría de pescadores sabemos que el amanecer y el atardecer son dos momentos idóneos para intentar engañar algún buen ejemplar, por lo que nos toca madrugar para pillar los primeros rayos de sol, y así fue a las 6:30 ya estaba montando todo el arsenal en el lugar elegido, ahora en verano suele amanecer sobre las 7 de la mañana, por lo que lancé mis cañas un poco a oscuras, pero sabiendo perfectamente donde caían mis montajes.
Siempre me gusta jugar a dos bandas, por lo que una de mis cañas la coloqué bastante orillada buscando los peces cerca de las junqueras y las espadañas, y la otra perdida a largos metros de mi orilla... Ambas con su malla de PVA y con una postura bastante fina, anzuelos del 8, y a jugar con cebo artificial que en esta época es nuestro gran aliado contra los cangrejos.
El sol empezaba a salir pero aún hacia algo de rasca y se conservaba el frescor de la noche, cuando me quise dar cuenta la caña que tenía pegada a la orilla se arranca rápidamente, el pez consigue meterse en las junqueras pero pude incarle mi anzuelo, que manera de partir juncos y carrizos, menos mal que llevo buenos puentes en mis carretes y consiguieron aguantar las embestidas y cabezazos de este animal, con un poco de suerte consigo traer la captura a la orilla y entre coletazos y chapoteos me doy cuenta que es un bonito y sano barbo común, me quede bastante sorprendido ya que por la zona no se suelen ver muchos de este tamaño.


Aquí tenéis al bonito ejemplar, como podéis apreciar aún hacía fresco en el lugar e iba bien abrigado jiji. Después de la típica foto y de pesar la captura, el animal fue devuelto a su medio, pensé en guardar el pez en un saco de retención ya que a la hora de comer venía un compañero, pero es fatídico para cualquier captura tenerla retenida en plena orilla a 30 o 35 grados de temperatura, por lo que decidí soltarlo rápidamente.


La cosa empezaba bien, volví a lanzar mi caña en el mismo lugar esperando otra picada que me alegrase aún mas, sabía que las primeras horas no me iban a defraudar y así fue, llevaba una hora escasa en el lugar y ya tenía la primera captura del día.
Era un poco inhumano aguantar allí, las horas centrales del día son mortales para nosotros y para la pesca, suele ralentizarse mucho la actividad en todos los lugares, por lo que hay que buscar sombra y protección mientras esperamos la ansiada picada.


A media mañana llegó mi compañero a pasar la tarde con nosotros, estuve comentándole un poco como habían transcurrido las primeras horas del día, la pesca no se había movido en absoluto, solo se oía algún que otro chapoteo cerca de la orilla y dentro de los juncos, estaba claro que con este calor la pesca busca pozas profundas o la sombra que dan los arboles en la orilla, por lo que decidimos sacar alguna linea con la barca y meterla dentro de los carrizos, haber si conseguíamos engañar algún ejemplar. La tarde fue pasando sin ningún sobresalto, estábamos esperando el atardecer como antes os he comentado, y la cosa se fue animando un poco más, el sol iba bajando poco a poco y ya se veía algún pez saltar cerca de nuestras posturas, a eso de las 9 de la noche, uno de los tensores de mi compañero le avisa de una picada trasera en una de sus cañas, la postura está colocada un metro dentro de las espadañas, pero sin pensárselo dos veces tira y consigue clavar el pez, el animal se volvió loco y tiro más hacia dentro de los carrizos, el pez estaba bastante encerrado en la maleza y no podía sacarle de allí, no le quedaba otra opción que montarse en la barca e ir en busca del animal, pero la tensión de la linea no iba a aguantar mucho más y en un forcejeo desde la barca partió. Mi compañero me comentó que había notado peso, y que quizás fuese una buena captura, pero no pudo hacerse con ella.
Aguantamos un poco más por si alguna otra caña se volvía a arrancar ofreciéndonos una bonita lucha, pero nada, nos íbamos un poco con el sabor agridulce de no haber podido llevar ese pez a nuestra moqueta, es muy sacrificado aguantar todo un día de verano, con este calor tan sofocante, sin ningún signo de actividad y que al tener una picada el pez no te de ninguna opción. Pero como todos sabemos esto es así, y en el carpfishing todo vale.

martes, 25 de junio de 2013

Carpones maños ! (2/2)

Como os iba contando estos días atrás, había transcurrido media parte de la sesión, nos quedaban unas 12 horas de pesca diurnas y otras 10 horas aproximadamente de pesca nocturna, y la cosa no pintaba nada mal, los peces saltaban y no tardamos en volver a oír las alarmas.
Esta vez se arrancaba tímidamente la caña que cortaba la pequeña cola de nuestra derecha, apenas opuso resistencia, pensamos que sería una carpita kilera o algo así porque notábamos muy poco peso al otro lado de la linea, pero ya en la orilla nos dimos cuenta que era una nueva especie para nosotros, un pequeño escardino había mordido nuestro anzuelo, por la zona donde resido y suelo pescar no tengo la posibilidad de pescar ninguno, son peces pequeños, pocos llegan a superar la barrera de los 2 kilos, pero en el carpfishing no todo es el tamaño, por lo que a pesar de ser un "pezqueñin" me hizo ilusión engañar a este glotón.


La tarde se iba echando encima, el sol iba cayendo poco a poco y la actividad en el pesquil iba cesando cada vez más, solo habíamos tenido la picada del escardino y aquí venía la gran cuestión de la sesión, la que puede hacerte llevar algún pez mas a la moqueta o fastidiarlo todo, ¿volvemos a cebar un poco más o dejamos el cebadero tal y como está?.
No sabíamos que hacer, solo habíamos llevado dos peces a la moqueta y por la mañana vimos bastante actividad, pero el chapoteo y los saltos se habían ido parando poco a poco hasta no ver ni un solo movimiento en el cebadero. Después de pensar y meditar, decidimos poner la barca en marcha y con el motor eléctrico para evitar hacer el mayor ruido posible, nos arrimamos sigilosamente al cebadero y echamos algo de comida al agua para avivar un poco el pesquil. La tarde llegaba a su fin, el sol se iba poniendo y la suerte estaba echada.


Ya solo tocaba sentarse a esperar alguna picada, a ver la puesta de sol, y a intentar cenar algo. y digo intentar porque no pudimos, sobre las 10 de la noche una alarma nos avisa de que algo está probando nuestro cebo al otro lado de la linea, toquecitos suaves y tímidas arrancadas, después de clavar nos damos cuenta de que no opone resistencia, por lo que pensamos que seria otro escardino, pero ya casi en la orilla empieza a sacar algo de hilo y a dar algún que otro cabezazo, ya pensamos en que podía ser una carpa, no muy grande pero bueno, al final conseguimos ensalabrarla sin ninguna dificultad y efectivamente era una carpa.
La noche se había echado encima, y no me gustan las fotos nocturnas por lo que después de pesar la captura, decidimos guardarla en un saco de retención para hacernos las fotos a la mañana siguiente. Una vez  hecho todo, decidimos seguir con la cena, ya que nos había interrumpido la alarma, suele pasar, no hay una picada en todo el día y cuando estas cenando o comiendo se arranca alguna caña jiji. Después de cenar y charlar un rato como hacemos normalmente, decidimos meternos en el saco esperando que entrase alguna intrusa a nuestro cebadero, pero no, a las 6 me despertó la alarma, pero del móvil jajaja, la que siempre me suelo poner para pillar el amanecer despierto por si hay alguna picada poder clavarla con mayor efectividad, estaba amaneciendo y estaba ansioso porque se arrancase alguna caña, la sesión se agotaba y no habíamos conseguido grandes resultados.
Pero a eso de las 7 de la mañana con el frescor del amanecer se arranca una caña a todo trapo, y cuando digo a todo trapo es a todo trapo, madre mía que manera de sacar hilo, sonaba mas la bobina del carrete que la alarma, son de esas picadas que se te quedan grabadas en el tímpano de por vida. Después de clavar el pez y dar una lucha de escándalo, estaba a punto de entrar en la sacadera y nos sorprende con otro carrerón, no se de donde sacará tantas fuerzas este pez... Pensamos que podría ser algún siluro por la manera tan brusca de sacar hilo, sin duda nos está dando guerra, al final conseguimos acercar la captura a la orilla, y entre chapoteo y forcejeo conseguimos ensalabrarla, vemos que es una carpa, aun en la sacadera sigue dando saltos, impresionante la lucha que ha dado y ahí sigue forcejeando... Después de desanzuelarla y  pesarla venía la merecida foto, no era un monstruo de los que habitan en el Ebro, pero había que fotografiarse con ella que había dado guerra jiji.



Como podéis apreciar era una carpa fuerte y sana, y con un buen remo, vaya cola gastaba la amiga, aquí tenéis la comparativa de la que salió la noche anterior y la que salió por la mañana, unos cuantos kilos y años de diferencia entre una y otra jiji.


La sesión había concluido, era hora de empezar a recoger todo y cargar los equipos en la barca para irnos del puesto que habíamos elegido, que aún nos quedaban muchos kilómetros para llegar a casa. Al final la clave de la sesión fue sin duda el avivar un poco el cebadero, la pesca entró, solo dos peces tocaron moqueta, pero había que contar con los desbordamientos y las riadas que llevamos viviendo desde meses atrás, los peces están desorientados y muchos pescadores no consiguen llevar ningún pez a la moqueta a pesar de ser el Ebro, que casi siempre suele dar picadas y no es un lugar bolero, por lo que nos fuimos contentos.
En breve habrá que subir de nuevo por tierras mañas haber si conseguimos una mejor sesión, y aunque sea el Ebro, el Jucar, el Guadiana o cualquier masa de agua por pequeña que sea, recordar una cosa que todo pescador de carpfishing debe aprender... ¡Suelta hoy, para pescar mañana !

miércoles, 5 de junio de 2013

Carpones maños ! (1/2)

Cuatrocientos y pico kilómetros nos separaban de nuestro destino, aguas con un toque especial por la cantidad de pesca y el gran tamaño que pueden llegar a albergar sus peces, muchos mosquitos y mucha orilla disponible para disfrutar de una agradable sesión. Era hora de subir al mítico Ebro, de tentar a sus grandes carpas y a esos gatos hambrientos y de tamaño descomunal que solo podemos encontrar en aguas mañas.
Disponíamos de dos noches, iba a ser una salida un poco express, contando que solo en ir nos ventilamos 5 o 6 horas y más si tenemos que ir despacio ya que llevábamos la barca llena de material, pero nada ni nadie nos iba a quitar las ganas.
Salimos el Viernes temprano y a la hora de comer ya estábamos allí, teníamos que dar con algún playón o algo por el estilo para poder desembarcar, así que después de dar varias vueltas por la zona elegida encontramos un rinconcito muy bueno para poder hacerlo.
Después de tener todo cargado en la barca pusimos rumbo río arriba buscando alguna zona que se adaptase a nuestros gustos, al final decidimos quedarnos en la orilla izquierda del río teniendo el cauce pegado a nuestro puesto y contábamos con la posibilidad de pescar una pequeña cola a nuestra derecha, por lo que no pintaba nada mal.


Decidimos ponernos pegados al cauce porque la otra orilla había sido inundada por las riadas y las lluvias que se habían ido sucediendo en el lugar estos días atrás, el agua estaba muy revuelta y toda esa zona eran playas inundadas entorno a setenta centímetros y metro y medio de profundidad, mientras lo sondeábamos había zonas que teníamos que ir a remo porque daba la hélice del motor en el suelo...


Ya una vez en el puesto elegido, empezamos a bajar el material de la barca y a preparar cebos, montajes y demás.. Teníamos que aligerar el ritmo que la tarde se iba echando encima y aún nos quedaba sondear, marcar y cebar el lugar, por lo que nos pusimos manos a la obra.


Como ya os había dicho antes teníamos el cauce a escasos metros de la orilla, teníamos unos 10-12 metros de profundidad y la sonda no paraba de marcar peces entre los 9 y los 11 metros, teníamos a la pesca  metida abajo, eso era una muy buena señal.
Hicimos un cebado copioso en los márgenes del cauce para que la corriente no arrastrase mucho el cebo, la amplia mayoría de nuestros montajes iban a ir repartidos allí, pero siempre hay que guardarse un as en la manga y probar otras opciones, así que una caña cortando la entrada de la cola y otra fuera del cauce a unos 150 o 200 metros de la orilla.
Eran las 6 de la tarde y ya teníamos todo listo, solo tocaba esperar, aunque no tocó esperar mucho para oir chillar a la primera alarma, no habían pasado ni 2 horas cuando una de las cañas colocadas en el margen del cauce se arranca fuertemente, unos cuantos arreones con mucho genio y conseguimos traer el pez a la orilla, la turbidez de las aguas no nos dejaba apreciar bien la captura pero no parece mala, al ensalabrarla vemos que no nos equivocábamos, una carpa sana y fuerte que superaba las dos cifras descansaba en nuestra moqueta. La sesión no empezaba nada mal... Era un macho, ya que dejó su seña de identidad en la moqueta jiji.



Después de hacernos un par de fotos con el ejemplar, era hora de soltarlo y empezar a hacer la cenita que el día había sido duro y las tripas rugían, después de comer algo brotó el buen royo como de costumbre, unas cuantas risas y anécdotas y a dormir esperando que nos despertase alguna alarma, pero no, la noche pasó tranquila y la verdad que no nos preocupamos demasiado, los peces habían entrado al cebadero y ya se empezaba a ver actividad en el pesquil, por lo que había esperanza de llevar alguna locomotora más a la moqueta... Estaros atentos y no os perdáis la segunda parte de la sesión que no tiene desperdicio. ;)


miércoles, 22 de mayo de 2013

Explorando charcos !

No todos tenemos la suerte de tener cerca de casa algún embalse o río con buena población de pesca. Hay gente que a escasos metros ya encuentra alguna masa de agua decente donde poder echar gran parte de sus jornadas, y otros como yo y muchos de vosotros que tenemos que desplazarnos un poco más.
En mi caso como no dispongo normalmente de tiempo para andar desplazándome a embalses con gran capacidad, donde la población y el tamaño de la pesca es más elevado que en otros lugares, me dispongo a explorar y a pescar pequeñas masas de agua que si tengo cerca de casa, como pueden ser graveras, pequeños lagos, charcas de regadío...
Algunos diréis que para que perder el tiempo en sitios de este tipo, lugares que quizás no tengan pesca en sus aguas, preferís desplazaros un poco más y pescar en algún embalse cercano que ya conocéis y sabéis que si se pueden obtener capturas, pero ojo nunca subestiméis ninguna masa de agua por pequeña que sea porque puede esconder grandes sorpresas.


A muchos de nosotros nos gusta la tranquilidad, la calma, el bienestar, poder disfrutar de una sesión tranquila y sin sobresaltos... En estos lugares normalmente podréis disfrutar de todo lo nombrado anteriormente.
No esperéis llegar y tener resultados a los 10 minutos porque no va a ser así, son lugares aislados, con poca presión, donde no han visto comida artificial, ya sean boilies, pop ups, o cualquier tipo de cebo que no sea natural.
En estos lugares la pesca se alimenta de la vegetación, de orugas, de cangrejos, de larvas, de lombrices u otro tipo de insectos que haya en el lugar.
Debéis dedicarle muchas horas de tiempo y observación al lugar, ser cautelosos e ir introduciendo poco a poco el boilie, los pop-ups o cualquier tipo de cebo artificial que vayamos a emplear en nuestras sesiones de pesca. Es un trabajo costoso y laborioso pero al final merecerá la pena y la satisfacción será enorme.


Si alguno tenéis algo así cerca de casa no os lo penséis dos veces y poner rumbo al lugar, explorarlo y estudiarlo, y  después empezar a pescarlo, si sois constantes y lo hacéis bien tarde o temprano obtendréis recompensas.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Este tiempo está loco loco !

En mi entrada anterior de hace escasos días os hablaba del buen tiempo, del solecito, de los primeros bañitos de la temporada... Uff, que raro suena todo eso viendo el panorama que tenemos en pleno Mayo, que equivocado estaba yo jiji. De nuevo a sacar la ropa de invierno y a colocarnos el gorrito polar en la cabeza que ha venido otra racha de aire frío que le deja a uno calado hasta los huesos, como habréis visto en las noticias nevando en pleno Mayo, ! Qué locura !
Pero como todos sabéis, a los que nos gusta de verdad el Carp nos da igual que nieve, que llueva o que caigan chuzos de punta, nos plantamos en la orilla a dar el todo por el todo, a pesar del frío y de que estos brutales cambios de temperatura afectan en gran parte la actividad de la pesca no hay que desesperar e intentar buscar el pez de nuestra vida, no olvidéis que estamos en primavera, que las carpas están frezando o desovando, depende en que parte del país, pero es la época idónea para hacernos con un carpón de revista.
Por lo que cargué mis bártulos al coche y a pasar unas horitas a un charco cercano, quería tocar una parte del lugar que no había pescado nunca, pero que por lo comentado con otros compañeros no tenía mala pinta, no disponía de mucho tiempo, por lo que había que meter la pesca en el puesto lo antes posible, aunque iba a ser una tarea un poco complicada por varios motivos, un poquito de cebado previo para activar, mallitas pinchadas en el anzuelo y a esperar picada como de costumbre.
Eran las 9 y aun era de día, ya tenía mis posturas en acción de pesca, la noche se presentaba muy fria por lo que me metí en mi bivvy a calentarme y a tomar algo calentito para mantener el cuerpo en su punto, acto seguido caí rendido en mi bed, se me olvido coger el receptor por lo que no lo pude activar, menos mal que no hacia falta ya que tenía las cañas a tiro de mano desde el refugio, pero vamos que no hizo falta ni alarmas, ni receptor ni nada porque pude dormir del tirón...
Un poquito antes del amanecer me levanté que es lo que suelo hacer siempre, ponerme el despertador una horita antes de que amanezca aproximadamente, hacía un frío helador, pero no pensé que pudo llegar a caer una helada tan tremenda como la que calló.


La sacadera estaba completamente congelada, tanto que fui a cogerla y la red estaba aplastada, tal y como la deje al apoyarla en el suelo.


Ya estaba amaneciendo, y aquello seguía parado, en parte lo entendía como se iba a mover la pesca con esta brutal helada, era lógico,  si sacaba algún pez en las horas que me quedaban me daba con un canto en los dientes. Mientras tanto, un cafelito para desayunar viendo el precioso amanecer, y unas fotitos para recordar aquella mítica noche jaja


Aquí como podéis ver mis carretes con una capita de escarcha, no se habían movido en toda la noche los pobres, les di poco trabajo.


Después de desayunar y ver un poco el percal decidí sacar las cañas, ya que en 8 o 9 horas no habían tenido ni picada, los cebos seguían intactos, no me quedaba otra que arriesgarme a pescar bastante mas fino, los peces estaban comiendo fatal, por lo que con un granito de maíz flotante remojado en un dip un tanto especial pensé que sería suficiente y  no me equivoqué, a eso de las 12 de la mañana cuando mis posturas llevaban 3 horitas en el agua se arranca una de mis cañas, por fin, ya era hora, después de un rato de ajetreo con ella consigo traerla a la orilla y ensalabrarla sin problema, una común que no llego a las dos cifras pero que me alegró el día  ya era hora de escuchar mis alarmas.
Después de desanzuelarla y curarla la herida, un par de fotitos con ella y al agua.



Horitas mas tarde di por concluida la sesión, un solo pez, de tamaño pequeño pero que me vino muy bien para darme por satisfecho e irme a casa con una amplia sonrisa.
Esperemos que de nuevo venga el buen tiempo, que la pesca pueda desovar agusto sin estos cambios de temperatura, y que con suerte podamos llevar a nuestra moqueta a la mama del lago ! ;)


martes, 23 de abril de 2013

Rico solecito !

La  primavera  se  a hecho esperar,  después de  unas cuantas heladas y  varias semanas de agua e inundaciones por  fin  se  empiezan  a  ver esos  rayos  de  con  fuerza  que  le  hacen a  uno quedarse en manga corta y  tener la sombrilla a mano.
Hay  que  aprovechar  y  buscar  a   nuestras amigas,  por lo que sin pensármelo dos veces puse  rumbo a un charco que  le  tengo  cierto aprecio,  sesión   de   unas   horas  (No tantas como me gustaría)  y a intentar  sacar  alguna mami bien gordita.
Como ya sabemos todos, los días son bastante mas largos, anochece bastante tarde y tenemos menos horas de actividad nocturna por lo que no hay que desaprovechar ni un minuto, llegamos al lugar y a buscar puesto, después de un rato de idas y venidas nos decantamos por un puesto bastante majo, con algún que otro obstáculo que nos pasaría factura durante la sesión y con amplia vegetación a sus alrededores,  la afilada espadaña que tanto le gusta a nuestras amigas y algún que otro árbol caído que es un perdedero de capturas asegurado, pero si algo hace bonito al carpfishing es esa serie de impedimentos que nos pone una captura hasta que porfin toca moqueta.
A media tarde estaba allí, descargué mis bártulos y a montar, no quería que se me echase la noche encima y tampoco disponía de mucho tiempo.
Una vez que estaba todo montado me dispuse a realizar un cebadero ligero en la zona elegida, algo de micropellets para activar el pesquil y alguna que otra bola de las que siempre van en mi macuto, de esas que huelen a kilómetro y atraen a cualquiera.


Este glotón se dejó ver por allí, se conoce que tenía hambre y acudió al rico olor que desprenden los pellet jiji. Una vez realizado el cebado era hora de colocar las posturas en el agua, una la deje caer bastante orillada, pegada a las junqueras en busca de alguna que estuviese rondando por allí y la otra bastante mas centrada. Ya estaba todo hecho, era hora de esperar, se veía bastante actividad, saltos por todos lados y mucho movimiento, no pintaba nada mal la sesión.
Y así fue, empezaba el sol a caer, eran las ocho de la tarde y zas ! Picadón en la caña que estaba orillada, tiro picada y consigo clavarla, veo que hay peso al otro lado de la linea, me pide hilo pero no puedo darle demasiado ya que tengo las afiladas espadañas a escasos metros, consigo sacarla de ahí pero va directa hacia un chopo sumergido, intento frenarla pero no hay quien se haga con ella, sino la doy hilo va a terminar partiendo, al final consigue salirse con la suya... Primera picada y primer pez perdido, a colocar la postura de nuevo, que la noche está casi encima, había poca luz pero la actividad seguía presente, por lo que no me desanimé.


Al rato de nuevo otra picada, esta bastante mas tímida que consigue clavar mi compañero, nota peso pero no tanto como en la anterior, visto lo visto hace unos minutos no hay que dejarlas sacar hilo, por lo que con un poco de trabajo consigue traerla a la orilla, estamos viendo al pez no parece malo, cojo la sacadera para echarle una mano y cuando voy a ensalabrar la captura consigue desclavarse, vaya tela !
Dos peces en media hora y los dos sin tocar moqueta, ya empezaba a ser preocupante.
De nuevo su caña al agua y a esperar otra sorpresa, pensábamos que iban a estar juguetonas durante la noche, ya que llevábamos poco tiempo en el lugar y teníamos todo a nuestro favor, bastante actividad y dos picadas en poco tiempo, pero nada, mucha actividad como antes había comentado pero no daban con nuestros cebos, por lo que la noche pasó de lo más tranquila.
Ya estaba amaneciendo y ni rastro de nuestras amigas, la actividad había cesado y no se las veía por allí, pero en cuanto los primeros rayos de luz tocaron el agua, escuchamos un leve toque a una de las alarmas, al acercarnos vemos que el puntero está moviéndose levemente, y en un abrir y cerrar de ojos... Piiiiii !! Arrancada y a clavar el pez, esta vez no va a salirse con la suya y así fue, un par de arrancadas buscando las junqueras pero al final tocó moqueta.
Era un macho bastante largo y fuerte que nos dejó el regalito en la moqueta, como se nota que están en época de freza. Después de mirarle bien me di cuenta que no tenia aleta anal, y no tenía ninguna cicatriz por lo que debía ser de nacimiento.


Después de curarle la herida producida por el anzuelo había que echar una fotito para devolverle a su medio lo antes posible, ahora que ya empieza el calor es muy importante tener la moqueta húmeda para el cuidado del pez.


La mañana fue pasando mientras empezábamos a recoger bolsos, bedchairs y demás, a media mañana teníamos que estar en casa y no sé que pasa que siempre se nos echa el tiempo encima y más aún si a última hora se arranca de nuevo otra caña, está visto que las gusta el sol y que comen de día, esta también tira con fuerza, buscando el famoso chopo caído que todas buscan jiji, pero tampoco se salió con la suya y al fin al tocó moqueta.


Esta vez era una hembra, bastante cargadita y con la tripita dura pero muy bonita, era un ejemplar decente que se había colado en las dos cifras y que nos había hecho disfrutar de lo lindo, como podéis apreciar la captura es preciosa, tiene una librea perfecta y dio una bonita lucha.
Después de devolverla a sus aguas dimos por concluida la sesión, no se había dado mal del todo, dos peces tocaron moqueta y habíamos pasado un buen rato, era hora de terminar de recoger todo y poner rumbo a casa con un poco de prisa, ya llegábamos tarde pero había merecido la pena.
Tenemos el calorcito aquí, como veis hay que aprovechar y pasar el mayor tiempo posible en la orilla, un previo cebado y un poco de paciencia pueden dar buenos resultados, por lo que no os lo penséis dos veces y poner rumbo al charco que más os guste que es donde mejor se está ;) !



martes, 26 de marzo de 2013

Mmm, huele a bolo... ! (2/2)

Como os iba contando días atrás, tenía al pez a escasos metros de mí, un par de arreones fuertes en la orilla y alguna que otra carrera, tenía una rama bastante grande en la orilla y no quería que el pez tirase allí, por lo que no me quedaba otra que frenarle e intentar sacarle lo antes posible, el pez seguía tirando y tirando, por lo que tuve que forzar, la linea estaba bastante tensa y en un cabezazo el pez consiguió escapar, no se si se desclavó o se desgarró, el caso es que esta vez si que se me quedó cara de tonto... ya eran dos peces los que habían conseguido escapar y no estábamos para desaprovechar oportunidades, quedé un poco resignado pero no me quedó otra opción que volver a preparar el montaje y de nuevo al agua. La sesión se estaba complicando cada vez nos quedaban menos horas allí y no obteníamos resultados, al menos sabíamos que con cebos naturales habíamos tenido picadas... Ya era un todo o nada, por lo que añadimos un nuevo cebo natural a alguna de nuestras cañas.


Nuestra intención era tener algo en el agua que seleccionase un poco la talla, un buen bajo de fluorocarbono para disimular la postura y al agua.
Teníamos las 6 cañas en el agua de nuevo, haber si esta vez podía ser, por lo que habíamos visto las picadas se produjeron de día, ni un toque entre el atardecer y el amanecer, y así fue con la tercera noche, ni rastro de los barbos por ningún lado, estaba visto que entraban a comer en las horas centrales del día.
Era nuestro último día allí y viendo lo que había pasado anteriormente nos quedaban excasas horas donde poder llevar algún pez a la moqueta, por lo que a media mañana decidimos sacar de nuevo las cañas retocar los cebos ya que algunos venían un poco tiesos (Lombrices) y sin perder mucho tiempo de nuevo al agua.
La mañana fue pasando y afrontábamos nuestro último mediodía allí, en las horas centrales de los días anteriores fue cuando los peces habían dado la cara y este último día no iba a ser menos, a eso de las 3 de la tarde se arranca tímidamente la caña de mi compañero, consiguió clavar y el pez estaba allí al otro lado de la linea, no opuso nada de resistencia ya que trajo al pez sin ningún esfuerzo y casi a vuelta de carrete, algún cabezazo llegando a la orilla pero nada preocupante, conseguimos ensalabrarle y llevarle a la moqueta, era un pequeño ejemplar de barbo, no era gran cosa pero nos sabía a gloria, después de una infinidad de horas por fin habíamos visto algún ejemplar por chico que fuera, le curamos alguna herida que traía en el lomo y después una foto con él y al agua de nuevo.


Las cañas no volvieron a sonar en las últimas horas de la sesión, ya contábamos con una última noche tranquila donde poder dormir del tirón, por lo que el Sábado a primera hora de la mañana. después de desayunar y meterle algo calentito al cuerpo decidimos recoger y volver a casa, no sin antes ponernos de nuevo el vadeador para meternos a por los tripodes, de nuevo había subido el nivel del agua.


Recogimos con un poco de prisa ya que se avecinaba tormenta y no queríamos mojarnos, y a media mañana ya estábamos saliendo del embalse para poner rumbo a casa, volvíamos bastante decepcionados ya que no habíamos conseguido engañar a ningún pez decente, pero esto es así, de bolos vive el pescador, son los que te hacen recapacitar y pensar una y mil veces en que te has equivocado para rectificarlo en la siguiente sesión, no todo son alegrías, habíamos pasado 4 días de tranquilidad a pie de orilla, sacando la gran conclusión de que los cebos naturales están en primer lugar y más en un embalse como Cijara que no tiene tanta presión de pesca en nuestra modalidad, los peces no están acostumbrados a pelotas redondas, por lo que siempre hay que tener en cuenta el cebo natural, ya que puede sacarnos de un apuro en cualquier momento, pronto volveremos por estas aguas, a por la revancha, aunque de momento los barbos nos va ganando la partida.