En mi entrada anterior de hace escasos días os hablaba del buen tiempo, del solecito, de los primeros bañitos de la temporada... Uff, que raro suena todo eso viendo el panorama que tenemos en pleno Mayo, que equivocado estaba yo jiji. De nuevo a sacar la ropa de invierno y a colocarnos el gorrito polar en la cabeza que ha venido otra racha de aire frío que le deja a uno calado hasta los huesos, como habréis visto en las noticias nevando en pleno Mayo, ! Qué locura !
Pero como todos sabéis, a los que nos gusta de verdad el Carp nos da igual que nieve, que llueva o que caigan chuzos de punta, nos plantamos en la orilla a dar el todo por el todo, a pesar del frío y de que estos brutales cambios de temperatura afectan en gran parte la actividad de la pesca no hay que desesperar e intentar buscar el pez de nuestra vida, no olvidéis que estamos en primavera, que las carpas están frezando o desovando, depende en que parte del país, pero es la época idónea para hacernos con un carpón de revista.
Por lo que cargué mis bártulos al coche y a pasar unas horitas a un charco cercano, quería tocar una parte del lugar que no había pescado nunca, pero que por lo comentado con otros compañeros no tenía mala pinta, no disponía de mucho tiempo, por lo que había que meter la pesca en el puesto lo antes posible, aunque iba a ser una tarea un poco complicada por varios motivos, un poquito de cebado previo para activar, mallitas pinchadas en el anzuelo y a esperar picada como de costumbre.
Eran las 9 y aun era de día, ya tenía mis posturas en acción de pesca, la noche se presentaba muy fria por lo que me metí en mi bivvy a calentarme y a tomar algo calentito para mantener el cuerpo en su punto, acto seguido caí rendido en mi bed, se me olvido coger el receptor por lo que no lo pude activar, menos mal que no hacia falta ya que tenía las cañas a tiro de mano desde el refugio, pero vamos que no hizo falta ni alarmas, ni receptor ni nada porque pude dormir del tirón...
Un poquito antes del amanecer me levanté que es lo que suelo hacer siempre, ponerme el despertador una horita antes de que amanezca aproximadamente, hacía un frío helador, pero no pensé que pudo llegar a caer una helada tan tremenda como la que calló.
La sacadera estaba completamente congelada, tanto que fui a cogerla y la red estaba aplastada, tal y como la deje al apoyarla en el suelo.
Ya estaba amaneciendo, y aquello seguía parado, en parte lo entendía como se iba a mover la pesca con esta brutal helada, era lógico, si sacaba algún pez en las horas que me quedaban me daba con un canto en los dientes. Mientras tanto, un cafelito para desayunar viendo el precioso amanecer, y unas fotitos para recordar aquella mítica noche jaja
Aquí como podéis ver mis carretes con una capita de escarcha, no se habían movido en toda la noche los pobres, les di poco trabajo.
Después de desayunar y ver un poco el percal decidí sacar las cañas, ya que en 8 o 9 horas no habían tenido ni picada, los cebos seguían intactos, no me quedaba otra que arriesgarme a pescar bastante mas fino, los peces estaban comiendo fatal, por lo que con un granito de maíz flotante remojado en un dip un tanto especial pensé que sería suficiente y no me equivoqué, a eso de las 12 de la mañana cuando mis posturas llevaban 3 horitas en el agua se arranca una de mis cañas, por fin, ya era hora, después de un rato de ajetreo con ella consigo traerla a la orilla y ensalabrarla sin problema, una común que no llego a las dos cifras pero que me alegró el día ya era hora de escuchar mis alarmas.
Después de desanzuelarla y curarla la herida, un par de fotitos con ella y al agua.
Horitas mas tarde di por concluida la sesión, un solo pez, de tamaño pequeño pero que me vino muy bien para darme por satisfecho e irme a casa con una amplia sonrisa.
Esperemos que de nuevo venga el buen tiempo, que la pesca pueda desovar agusto sin estos cambios de temperatura, y que con suerte podamos llevar a nuestra moqueta a la mama del lago ! ;)